Tengo que decir, para ser sincera, que mi primer intento fue una nulidad total: La saqué del horno antes de tiempo y parecía que estaba hermosa, pero así que llevaba unos minutos fuera del horno se me hundió en el centro. Aún asi, no sobró ni el trozo que estaba medio crudo !!!Increíble!!!
La que os presento hoy, es mi segundo intento, que ha sido verdaderamente un éxito. Os animo a probarla, os encantará.
INGREDIENTES
- 4 huevos
- 400 grs. de azúcar
- 200 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 grs. de nata líquida 35% m.g.
- 400 grs. de harina de repostería
- 1 sobre de levadura (yo uso la de mercadona)
- Azúcar blanquilla, para espolvorear por encima de la masa
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 170º. Engrasamos el molde que vayamos a utilizar (que normalmente por lo que he podido ver en la web siempre se usa rectangular; yo no lo tenía a mano y usé uno redondo) y en el fondo ponemos papel vegetal.
Ponemos la mariposa en las cuchillas y echamos los huevos, la mantequilla (que esté blandita, no fría) y el azúcar.
Programamos 3 minutos, a velocidad 3.
Añadimos la nata líquida y programamos otros 2 minutos, a velocidad 3.
Quitamos la mariposa e incorporamos la harina y la levadura. Mezclamos todo durante 10 segundos, a velocidad 6. Si no se ha mezclado todo bien, lo terminamos de hacer con la espátula.
La masa es bastante espesa, lo aclaro porque yo me asusté pensando que había hecho algo mal, pero para nada: Tiene una textura como de pomada espesa.
Echamos la masa en el molde y extendemos bien por todos los lados para que quede los más igualada posible. Espolvoreamos bien de azúcar blanquilla por toda la superficie y metemos al horno.
Horneamos durante 50 minutos, a 170º. Ya sabéis que el tiempo depende del horno, así que tenéis que vigilarlo a partir de los 40 minutos para que no se pase. La capa de azúcar tiene que quedar doradita.
Apagamos el horno y dejamos dentro, con la puerta abierta y el horno apagado, unos 5 minutos. Sacamos la bica y dejamos que enfríe antes de desmoldarla.
Textura suave, sabor intenso y delicioso, y esa capa superior crujiente y escarchada por el azúcar doradito .... En fín, una maravilla!!!